martes, 2 de noviembre de 2010

LA POLITICA DONDE DEBE ESTAR

Luego de 200 años como país, considero que la sociedad argentina, dejando de lado las pasiones y los colores políticos, ha entrado a una nueva realidad histórica y social. A una nueva etapa histórica.
Sabemos que 200 años son pocos para un país, mas aún, considerando los vaivenes históricos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida institucional. Pero principalmente considerando, que hemos podido ejercer nuestra democracia de manera continuada por solamente treinta años. Es la primera vez en la historia argentina que la política domina la escena nacional, por lo tanto la libertad. No las fuerzas armadas, no la economía. La política. Esa actividad tan esencial, tan libre y natural como la búsqueda del hombre de una organización para su vida en conjunto, como la búsqueda de su destino histórico, esa manifestación clara de la libertad del hombre, en su constante hacerse a si mismo como individuo y como comunidad organizada.
La posmodernidad, quitó a la política, por lo tanto la historia y como consecuencia la libertad de manos del hombre y la puso en manos de estructuras, estructuras de poder hegemónico. Como resultado de ello tuvimos más de treinta años de alienación del hombre, donde el hombre no es tal, sino que es un Recurso Humano, una cosa usada por la economía para lograr sus fines. Y si ese hombre se negara a seguir los lineamientos, es decir si buscara libremente su destino, las opciones eran, la exclusión o la desaparición. Debemos decir, las cosas no son libres, los hombres si.
Los hombres no somos recursos humanos al servicio de la economía. La Modernidad y la posmodernidad pusieron al hombre al servicio de la economía, como su recurso, su herramienta, la cual debe ser gestionada como para su eficiencia productiva y no para su felicidad y autorrealización, en este caso ¿quién es el sujeto y quien el objeto de la historia?  
No ajeno a ello esta nuestra sociedad, nuestra política y nuestra historia vernácula. En el sentido de lo escrito hasta aquí, podemos decir que le regalamos nuestra historia al los grupos económicos concentrados, les regalamos nuestra libertad o mejor dicho nos la quitaron y todo aquel que resistió fue excluido, asesinado y/o desaparecido. El hombre dejo de ser el sujeto para ser el objeto. Salió de la escena, lo sacaron de la escena y con él la política y con ella nuestra libertad. Enajenamos nuestro ser.
Considero a “La política” como una manifestación de la libertad, porque la política es una actividad que nos es propia a todos los hombres en tanto sujetos históricos, independientemente de nuestro nivel de compromiso militante, de nuestra posición social o de lo que sea. Porque es la forma en la que nos organizamos y desde donde buscamos nuestro destino histórico. Todos tenemos el derecho de elegir adonde queremos ir. No podemos elegir entre hacer o no hacer política, de la misma forma que no podemos elegir ser o no ser libres, solamente lo somos. Por ello, la no política, el no hacer política, es una forma de hacerla. Esa fue y sigue siendo la estrategia del poder concentrado para los países latinoamericanos, entre ellos la Argentina, sacar al hombre de la política, contaminándola, embarrándola, corrompiéndola, Alejando a la sociedad de ella en tanto militancia activa, cambiándola por la economía, por el placer banal, por éxitos instantáneos pasajeros y sin sustento. La fama a cualquier costo, el dinero como venga y no la dignidad del trabajo.
Esta actividad técnica, la economía, propiedad de unos pocos, paso a dominar la historia de nuestro país de nuestra región, convirtiéndose en el sujeto que domina.
Hemos regalado, o mejor, nos han quitado nuestra historia, nuestra política, o sea nuestra libertad. Para que unos pocos, desde sus lujosas oficinas decidan nuestro destino histórico como nación y como individuos parte de esa nación. La actividad política y las instituciones pasaron a ser un adorno de nuestra historia, un velo detrás del cual se ocultaron las peores atrocidades cometidas. Los medios de comunicación afines, o propios a ese nuevo sujeto dominante, fueron los creadores de realidades, los vendedores de ilusiones que mantuvieron a la gente y aún tratan de mantenerla, lejos de la política, lejos de su libertad, lejos de esa praxis libre que es hacernos a nosotros mismos en el tiempo.   
Nos quitaron la libertad de la única forma que se puede hacer, a los tiros, a fuerza de secuestros y persecución, y de ocultamiento de la verdad, tanto en el ´55 como en el ´76 y consolidaron un sistema económico y comunicacional de opresión y dominación que opera aun a través de ciertos medios de comunicación. Cambiaron el ser, por el tener. Nos convirtieron en cosas que lo único que pueden, es tener. Digo, El tener es vacio, el tener no llena nuestra natura naturaleza libre, porque en cuanto tenemos ya no queremos, ya no deseamos, el tener no nos hace libres y el hombre inexorablemente es libre y siempre lo será.
Por ello, en el 2001 Argentina salió a la calle a reclamar. Salió al lugar donde debe estar, donde se hace la historia, dejo las oficinas del poder, dejó los consensos de Washington, dejó los organismos financieros internacionales y salió a la calle donde esta el hombre, porque Argentina somos los Argentinos, el hombre argentino. La política intenta volver a quien pertenece o quizá él quiere volver a la libertad. La política y la historia volvieron a la calle, al lugar donde se hacen, a reclamarse para el hombre, a quien pertenecen y quien la hace, la hace a través de la política, el hombre quiere volver a ser el sujeto histórico, político, libre, que alguna vez fue. Argentina salió en el 2001 a reclamar su libertad y aun la reclama. Argentina quiere ser, quiere ser el sujeto de su propia historia y no el objeto de ambiciones sin nombre. La economía debe ser el objeto por el cual el sujeto satisface sus necesidades, no lo contrario. El trabajo al servicio de la economía y la economía al servicio del hombre, la felicidad y la autorrealización, no la eficiencia y la competitividad a cualquier costo.
Hoy Argentina discute política, hoy Argentina hace su historia, Hoy Argentina es libertad, con errores y aciertos, pero que son propios y no ajenos, nos equivocamos y nos hacemos cargo, esa es la formula, no es mas “Se equivocan y nos hacemos cargo”.
Hoy el medio de comunicación adicto al poder no oculta mas, la verdad es evidente, Argentina salió a la calle a reclamar lo suyo y nadie se lo va a prohibir.
Hoy Argentina busca su destino histórico en su libre actividad política, este gobierno puso el debate donde tiene que estar, en la calle, en la gente, en el hombre, en la libertad.

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